
El culto a los seguidores
En la era digital, las redes sociales han transformado la forma en que nos relacionamos, comunicamos y percibimos el mundo que nos rodea. Sin embargo, detrás de la fachada de conexiones virtuales y likes, ha surgido una obsesión desmedida por el número de seguidores. ¿Pero realmente deberíamos otorgar tanta importancia a esto?
La Validación social Según tus seguidores
En un mundo cada vez más interconectado, la validación a través de las redes sociales se ha vuelto una moneda de cambio virtual. La cantidad de seguidores se ha convertido en un marcador de estatus, donde más seguidores se traducen erróneamente en mayor influencia, relevancia y valor personal. Cuando esto se convierte en una obsesión por acumular seguidores afecta a la autoestima, que se ve vinculada inconscientemente a estas cifras digitales.
La cantidad de seguidores no es sinónimo de autenticidad, credibilidad o verdadera influencia. En muchas ocasiones, los llamados “influencers” con un gran número de seguidores son personajes ficticios creados con fines comerciales y con cifras de likes o seguidores que no son reales. Algo que incluso perjudica a las personas que si han conseguido tener ese calificativo de “influencer”, por méritos propios. Hay mucha gente que han hecho de las redes sociales su medio de vida, su negoción o profesión, pero esto no es frutos de levantarse un día y tenerlo todo tras un video viral. Detrás de los verdaderos “influencers” hay trabajo, dedicación y muchas horas invertidas para conseguir mostrar su contenido.
El impacto en la salud mental
La obsesión por los seguidores también tiene un impacto significativo en la salud mental de los usuarios de las redes sociales. La comparación constante con los demás y la presión por alcanzar un determinado número de seguidores pueden desencadenar ansiedad, depresión y baja autoestima. La necesidad de validación externa a través de los seguidores puede crear una dependencia emocional de la atención y aprobación de los demás. Sin hablar de cuando te puedes ver envuelto en un acoso virtual, criticas o ataques gratuitos malintencionados que te pueden hacer mucho daño emocionalmente. Sobre todo a las personas que sufren la obsesión de los seguidores, cuando se ven atacadas por cuentas que siguen sus contenidos, no son capaces en muchas ocasiones de mantener la fortaleza y separar la imagen virtual de su vida real y caen en situaciones de estrés y angustia.
Pero el ataque en las redes es un tema que se merece un articulo entero y os contare mi experiencia cuando me vi envuelta en un ataque injustificado por una entrevista.
¿Vale todo por tener seguidores?
La búsqueda desesperada de seguidores ha dado lugar a prácticas como la compra de seguidores falsos, lo que distorsiona aún más la percepción de la influencia real en las redes sociales. Muchos usuarios sacrifican su autenticidad y originalidad por la popularidad superficial. Se ven tentados a seguir las tendencias dominantes, crear falsas vidas, mentir de manera incluso contraproducente, autopromocionarse de manera exagerada y a adoptar una imagen cuidadosamente construida para atraer seguidores, en lugar de compartir contenido genuino y basado en su criterio. Esto destroza la diversidad de las redes sociales, convirtiéndolas en un espacio homogéneo. Si todos seguimos los mismos patrones que nos venden con la promesa de conseguir seguidores, nuestras cuentas se convierten en replicas, clones sin personalidad que imitan lo que ven atractivo. Como espectadora y consumidora de redes, cuando veo tres cuentas similares pierdo el interés. Más de lo mismo, crea monotonía.
No podemos dejar de mencionar que hay quien llega a los extremos para conseguir originalidad, incluso poniendo en riesgo su vida o cometiendo actos ilegales. Son cientos las personas que ya han muerto por culpa de conseguir contenido que se viralice. Cuando llega a ser una obsesión se pierde el control de la realidad, al igual que cuando entran en un bucle de mentiras. Las más típicas y conocidas en redes son dos polos opuestos; contar tragedias que son falsas o desfigurar la realidad para dar pena y en contrapartida aparentar tener lo que no tienes, para dar la imagen de vida perfecta.
Conclusión
Querer tener seguidores no es malo, mostrar tu trabajo, tu opinión o tu vida al mundo a través de la redes tampoco lo es. Pero cualquier tipo de obsesión si que es peligroso.
La obsesión por los seguidores en las redes sociales es un fenómeno preocupante y todo lo que conlleva llena consultas de psicólogos.
Seguir estrategias que te enseñen como crear contenido de calidad, aprender a mejorar tu imagen y tener una cuenta cuidada, siempre es positivo. Lo importante es no perder la conexión con la realidad y ser consientes que la vida no solo lo que ves en las pantallas. Encontrar el equilibrio te llevara al éxito y la satisfacción personal.
Las redes sociales también nos brindan la oportunidad de encontrar conexión humana genuina y significativa. Aprende a aprovechar las verdaderas oportunidades que nos da esta era.